Actividad 6: Artículo final
INTRODUCCIÓN
Y así es cómo hemos llegado al
final. Parecía mentira que, tras un cuatrimestre tan intenso de esfuerzo, trabajo,
dedicación y cosas aprendidas, por fin hayamos logrado alcanzar la meta. Y es
que como se suele decir, todo esfuerzo tiene su recompensa. Esta recompensa se
ha ido racionando a lo largo de los meses, poco a poco con cada actividad
propuesta, pero sin duda, ha sido un camino lleno de pequeñas satisfacciones,
aunque con algún que otro bache que superar. Os voy a contar cómo ha sido este
recorrido…
Comenzamos la asignatura de
Literatura con una clase muy dinámica en la que se nos informaba sobre cómo había
que trabajar a lo largo del curso. ¡Había que crear un blog! Ni más ni menos se
nos pedía que batalláramos con las nuevas tecnologías y mostrásemos nuestra
capacidad creativa y de redacción con las actividades propuestas en la guía de la
asignatura. ¡A mí, que siempre había sido de manualidades! Mi asombro llegó
cuando descubrí que no era tan difícil y que podía hacerlo sin problema. Primer
reto superado.
La primera actividad que tuvimos
que realizar, estaba relacionada con la selección y análisis de obras
infantiles destinadas a un curso concreto. Dicho así sonaba muy fácil, pues en
muchos de los libros de literatura infantil aparece el curso al que van
dirigidos gracias a las editoriales, pero ¿debía yo fiarme de esa información?
Rotundamente no. Seleccionar una obra de literatura, va más allá de lo que una
editorial pueda recomendar, ya que la principal dificultad para esta tarea no
era, la lectura en sí de una obra infantil, sino conocer muy bien el desarrollo
evolutivo de los niños en cada curso para saber si, esa obra, se ajusta a sus
necesidades, capacidad de comprensión y motivaciones. Pero, cuidado, no
acabaron ahí los problemas. Había que aprender a buscar fuentes fiables donde
fundamentar todo lo que se podía justificar. Esa ha sido una de las tareas más
complicadas de toda la asignatura, pero gracias a esta primera actividad, pude
entrar en la dinámica y conocer publicaciones y autores válidos para llevar a
cabo con éxito la asignatura. Con todo ello, leí varias opciones para elegir una
obra literaria adecuada. Y con esa
inseguridad que me caracteriza, empecé a dudar sobre si realmente estas obras
eran literatura o paraliteratura. No acababa de tenerlo muy claro…
Publiqué la entrada y vino el
primer “bache”, constructivo siempre, pero bache, al fin y al cabo. Era de
esperar que ante una principiante en el mundo de la literatura infantil y con
los requerimientos que se exigían de la manera de trabajo, surgiesen estos
aprendizajes. La verdad es que me frustré un poco con tanto comentario, pero,
sin duda, fueron comentarios clave para poder mejorar la actividad.
Llegamos al segundo bloque y, por
mi parte, estaba un poco más motivada porque siempre me han gustado mucho los
cuentos populares. Aquí la dificultad no vino en elegir cuento, pues tenía varias
opciones en mi biblioteca y sabía exactamente cuáles elegir, sino el análisis
morfológico, el simbolismo y nuevamente la búsqueda de bibliografía adecuada. Había
mucha documentación que leer y una aplicación didáctica que encontrar. Aunque
resultó una práctica un poco larga, fue más sencilla de sobrellevar y poco a
poco fui cogiendo soltura con las fuentes. Además, una vez publicada, tuve un
comentario muy constructivo que me ayudó mucho a mejorar la actividad, y una
vez más, el comentario de Irune me permitió dejarla tal cual se especificaba en
la guía. Lo más complicado fue acceder al concepto de que los cuentos populares
no se leen, sino que es mejor contarlos. Por eso, lo más difícil es hacer la
adaptación por parte del docente para permitir a los estudiantes acceder al
mundo mágico de la literatura infantil y que tomen gusto por la lectura sin
necesidad de que lean ese cuento de forma inmediata y, sobre todo, que jueguen
con su imaginación. También es una buena forma de mantener la tradición oral
que se le otorga al folclore. Y es que, ¿a quién no le gusta escuchar una buena
historia?
Más allá de eso, descubrí la
técnica del cuento fórum, una práctica que no recuerdo haber usado durante mi
etapa escolar de primaria, pero si vagamente alguna vez aislada en infantil. Me
parece una forma muy útil de entablar conversación con los estudiantes, de
hacerles pensar y crear un ambiente acogedor donde puedan expresarse
libremente. Creo que esto es algo que debería fomentarse tanto en primaria como
en secundaria.
Ya sintiéndome un poco más
relajada con la asignatura y viendo que podía y disfrutaba con ella, un nuevo
reto se aproximaba: buscar un compañero/a con quien hacer una actividad grupal.
Fui a mirar al campus virtual para ver la lista de participantes en este curso
y, con mucha suerte, una compañera ya se había puesto en contacto conmigo para
ponernos en marcha con esta actividad. No nos conocíamos en persona y no
sabíamos cómo trabajaríamos juntas…había muchas opciones de que se mascara la
tragedia porque, además, creo que la actividad planteada en este bloque era una
de las más complicadas de hacer y tal vez hubiese sido mejor dejarla para el
final de la asignatura, ya que en ella se pueden englobar todos los contenidos abordados.
Elegimos hacer el trabajo sobre dos de las grandes autoras españolas más
conocidas: Carmen Martín Gaite y Ana María Matute. Primero porque eran mujeres
y queríamos darles la visibilidad que se merecen y, por otro lado, porque son
dos autoras que nos gustan personalmente.
Sin duda, el reto no estaba tanto
en crear actividades para realizar durante la semana cultural, sino en hacer que
los niños se sintiesen cómodos con la literatura clásica, una literatura que
definitivamente no está pensada para niños. Por ello, era tan importante
seleccionar obras adecuadas para ellos y darles el tiempo suficiente para que
pudiesen asimilar los contenidos. Estas son las típicas obras que en la escuela
se mandan por tradición, pero nadie se ocupa de que se esté entendiendo y se
limitan a mandar fichas de lectura muy aburridas que luego ni si quiera se
comentan en clase.
Al publicar la entrada, hubo
también varios comentarios para mejorarla que nos hicieron caer en la cuenta de
que es necesario acompañar la lectura para asegurar que se llega a la plena
comprensión y promover que los niños vayan disfrutando de todo el proceso. No
se trata de que lean por leer, sino de que disfruten haciéndolo y quieran más.
Pero sobre todo hay que darles tiempo y saber destinar estas lecturas a su desarrollo
cognitivo. Sin duda ha sido una de las actividades más enriquecedoras ya que
nos ha hecho trabajar en equipo y ponernos en la piel de los futuros docentes
que seremos. También, he de decir que he tenido mucha suerte al trabajar con mi
compañera Laura Sánchez García, porque nos hemos complementado genial y ha sido
un gran apoyo durante el resto del curso. Una vez más, otro reto conseguido que
se acompaña por una gran satisfacción al encontrar también a una amiga.
Ya se acercaba el final y tuvimos
que emplearnos a fondo a la hora de elegir una opción literaria para hacer una
serie de actividades de animación y acompañamiento de la lectura. Esta vez, de
nuevo, de manera individual. ¡Sola ante el peligro! Este ejercicio me hizo ver un
montón de actividades que se pueden hacer antes, durante y después de la
lectura de un libro. Es muy interesante, pues resulta que, de este modo, los
estudiantes se sumergen en la lectura desde el principio poniendo ganas por
querer leer más cada minuto. Y creo que esto es lo que realmente me ha hecho
aclarar el concepto de literatura que al principio no tenía muy claro. Lo he comprendido
tarde, cierto es, pero al menos ya lo tengo integrado. Al final, lo que pretende
la literatura es eso, hacer disfrutar, crear mundos mágicos, promover la
creatividad y transportar a otras realidades.
Por otro lado, también me
gustaría reflexionar sobre cómo está la educación de la literatura en la
actualidad. En mi etapa escolar, no recuerdo haber trabajado esta área de una
forma muy concreta. Simplemente nos enseñaron a leer a todos de la misma forma,
a algunos se nos dio bien y a otros se les dio mal, pero nunca nadie se paró a
ver si realmente disfrutábamos ese momento o comprendíamos lo que ponía en los
cuentos. Más tarde empezaron a mandarnos lecturas obligatorias. Así las
llamaban en los programas de evaluación que entregaban a nuestros padres al
principio del curso y simplemente había una fecha en la que nos pedían un
resumen, redacción o nos hacían un examen para ver lo que habíamos leído. Eran
mis padres los que se ocupaban de estar conmigo mientras leía y hacían lecturas
previas a lo que debía leer para ayudarme en el proceso y ver que lo estaba
entendiendo. Además, recuerdo que allá por 4º de primaria me mandaron hacer una
serie de lecturas de la edición Yo acuso que tenían títulos como “Pritch, el
niño herido” “La tortura” y “Nakusha, la no deseada” y hablaban de temas para
los que no estábamos muy preparados cognitivamente ni eran cercanos a nuestra
realidad. Este es un claro ejemplo de cómo se emplea la paraliteratura en el
ámbito escolar y es algo que debería acabar.
Como recorrido durante estos
meses, he de deciros que acabo muy sorprendida con todo lo que he ido adquiriendo,
pero también con ganas de más. Cuando sea docente, me encantaría poder aplicar
todas estas técnicas y juegos para ver sus reacciones, que disfruten del
contenido de los libros que van leyendo y poder crear un clima de seguridad y
emoción en el que se expresen y motiven los unos a los otros.
Quisiera seguir profundizando en
el desarrollo evolutivo para tener claro cómo evolucionan sus mentes, sus
intereses y su forma de ver el mundo, porque considero que es la base para
poder plantear cualquier actividad independientemente de lo que nos indique el currículo.
Me encanta que tu artículo sea tan personal, Irene, y que demuestre lo mucho que has aprendido. Te has quedado un poquito corta en la exposición de ideas claves para que sea "sobresaliente" y falta la bibliografía esencial de la asignatura. Si quieres completarlo, puedes hacerlo hasta el día 19.
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